El 9 de Junio de hace 64 años, una importante cantidad de
patriotas estaba en conocimiento que a las 23 hs. en punto, se iniciaría un
movimiento para la “Recuperación de la verdadera Libertad del Pueblo
Argentino”.
Muchos esperaban el inicio que se anunciaría a través de una
transmisión radial en la que se daría a conocer una esperada “Proclama”. Pero
los “servicios” (especialmente de la marina) también lo sabían con mucha
anticipación. Traidores siempre existieron, y los hay en la actualidad...
Muchos fueron a colaborar, salieron de sus casas poco antes
de la hora señalada y así sumarse a los hombres de armas que se iban a jugar la
propia vida. Entre ellos mi padre, junto a la gente que se aprestaba a tomar el
cuartel de Av. Garay que estaría a cargo de un Mayor del Ejército leal a la
causa. Pero volvió al rato, apesadumbrado y lacónicamente le dijo a mi madre:
“abortó”.
Se había malogrado aquel intento contra la verdadera tiranía.
El régimen surgido del sangriento golpe de estado que se había instaurado en el
país luego los criminales bombardeos y ametrallamiento del 16 de Junio a la
población civil, fue completada el 16 de Septiembre de 1955, cuando consiguen
derrocar al gobierno constitucional que había sido ampliamente elegido dos
veces por el voto democrático del Pueblo Argentino.
Perón siempre sostuvo que: “La fuerza es el derecho de las
bestias”, y su razón le indicaba que para evitar derramamientos de sangre
en ese momento era preferible dar un paso al costado. Tenía la íntima seguridad
que con el transcurso del tiempo (sólo poco después) podría volver al gobierno
como lo hizo siempre, pacíficamente y a través del "voto positivo"
de la gran mayoría del Pueblo Argentino.
Recordemos que por una verdadera mayoría, no como las falsas
mayorías que tenemos desde hace años, ya que ninguna fuerza política actual
puede alcanzarla en una elección. Por eso el invento tramposo de la segunda
vuelta por medio de la cual, una de las minoritarias parcialidades políticas
por “obligación leguleya”, va a tener -sí o sí- más de la mitad de los votos,
ya que no importa la cantidad de votos emitidos, ni si gana el voto en blanco,
pues sólo se tendrán en cuenta los votos: “positivos”. Esta última palabra así utilizada,
es un real oxímoron. Y decimos tramposo, porque en la segunda vuelta “gana”
la sumatoria de los votos que están en “contra del que pierde”. En la
práctica no ganan los votos a favor “positivos”, sino el que pierde en segunda
vuelta pierde porque es el candidato menos querido o en realidad “inaceptable”
para la mayoría que le vota en contra, por ende son votos “negativos”.
Pero volvamos a la página más negra de la historia argentina
del siglo XX.
Apenas iniciado el día Domingo 10 de Junio de 1956, en plena
madrugada comienza la verdadera masacre de los primeros “secuestrados” en la
cacería humana que había comenzado en la misma noche del 9 al 10, (aún antes)
de iniciado el Movimiento de Recuperación Nacional.
Se asesina a los detenidos-secuestrados en Lanús y, paralelamente
también se mata por la espalda en los basurales de José León Súarez a los que
aprisionó la policía de la Provincia de Buenos Aires a cargo del teniente
coronel Desiderio Fernández Súarez, quien le ordena al jefe de la Regional San
Martín hacerse cargo de aplicar la Ley Marcial, quien sabía que la tiranía
gobernante establecería minutos después, a las 0.32 del día apenas iniciado.
Las detenciones habían comenzado coordinadamente a las 22.30.
Un comando capturó a los encargados de transmitir la “Proclama” por radio al
país, que sólo pudo ser escuchada en la provincia de La Pampa, donde actuaba el
coronel Adolfo Philippeaux, y que fue el único que pudo hacerse cargo del poder
provisoriamente en esa provincia.
El tirano Aramburu se había ausentado de Buenos Aires,
dejando firmado anticipadamente el bando Nº 10.362/56 por el que decretaban la
Ley Marcial, y también preparados los bandos Nº 10.363 que establecía la pena
de muerte y el Nº 10.364 en el que luego se agregarían los nombres de los que
serían fusilados. Dejando en manos del sádico Isaac Rojas la tarea sucia que
ejecutó gozoso.
Firmaron esas verdaderas piezas históricas de la
planificación de los asesinatos que pensaban perpetrar: Pedro Eugenio Aramburu,
Isaac Francisco Rojas, los ministros de Ejército Arturo Ossorio Arana, de
Marina Teodoro Hartung, de Aeronáutica Julio César Krause y de Justicia
Laureano Landaburu, todos ellos verdaderos criminales de lesa humanidad.
Está claro, por un simple error publicitario producto de su
propio terror a la reacción del pueblo, “mintieron” una famosa frase de Urquiza
después de la caída de Juan Manuel de Rosas: “Ni vencedores ni vencidos”, y se
quedaron con la sangre en los ojos al no poder fusilar a todos los “peronchos”
posibles en aquel momento, sólo nueve meses después se les presentó la
oportunidad de hacer su propio baño de sangre, reiniciando después de poco más
de un siglo la “grieta” entre los argentinos, que desde “La Traición de
Caseros” cada vez más profundizada en los últimos años. Ellos mismos lo
manifestaron así, cuando pregonaron que habían derrocado a la “segunda
tiranía”, por lo que muchos comenzamos a estudiar “cual era la primera”, y
descubrimos a la “Confederación Argentina”.
En
1956 la masacre no concluirá con el fusilamiento del Gral. Valle y los hombres
que en aquella memorable Patriada del 9 de Julio lo acompañaron, sino que
la Tragedia Argentina se inicia el día 10 y continuará con las secuelas
de muertes, torturas y desapariciones posteriores, que culminaron con la
nuevamente criminal represión iniciada a partir del 24 de Marzo de 1976. En que
los mismos personeros, aquellos de 1852, los de 1955 y 1956, también los de
1976 a 1983, aunque con distintos rostros pero la misma perversidad, hundieron aún
más en la terrible devastación que no tiene fin de todos aquellos que
osan enfrentarlos. No hablamos solo de los “canallas y cipayos” de adentro,
sino a los sinarcas que no tienen patria, ni religión, que solo rinden culto al
dios dinero, llámenle capitalistas, financistas, banqueros, inversores, kahalistas,
especuladores, agiotistas, usureros o el nombre que quieran, que siempre
estarán prestos a conservar aún a costa de sangre y fuego de intereses
económicos que no son precisamente los de los pueblos.
Por
eso, recordamos hoy 10 de Junio a los mártires de entonces, y ¿casualmente? conmemoramos
hoy otro atropello, “La Guerra del Atlántico Sur” por la recuperación de
Nuestras Malvinas, las que desde el 3 de Enero de 1833 usurpan intereses
anglófilos. Esa es otra historia dentro de la misma de usurpación y latrocinio
de nuestras riquezas, no sólo en las irredentas islas, sino actualmente dentro
de todo el territorio nacional continental.
Con el fin de acabar de una vez y para siempre con esta
“grieta histórica”, convocamos a los peronistas y también a los hombres y
mujeres no peronistas que consustanciados con la necesidad de: “Ser lo que
debemos ser” según el Libertador José de San Martín, y el legado de Juan
Domingo Perón: “Mejor que decir, es hacer”.
A que: “Todos los Argentinos de buena voluntad unidos,
desde el lugar que podamos, hagamos lo que debemos hacer desde nosotros mismos,
siendo todos y cada uno artífices forjadores de Nuestra Propia Patria y de
Nuestra Propia Historia… O seremos, nada.”
“Viva
todos aquellos que son capaces de dar su vida por su pueblo”.
Miguel Ángel
Lentino
Presidente
Movimiento de Recuperación Nacional
Tte. Gral. Juan José Valle