Cnl. Manuel Críspulo Bernabé Dorrego
Por Daniel Brión
Como en un rezo laico, festejamos su nacimiento el 11 de junio de 1787, festejamos su designación como Gobernador en agosto de 1827, pero continuamos conmemorando uno de los hechos más significativos para el federalismo, para la patria grande, para nuestra historia nacional, como es el de su fusilamiento.
El pueblo no olvida a sus héroes ni a sus mártires, le guste o le disguste a quien sea, Cuando la patria está en peligro, todo está permitido, excepto, no defenderla, dijo alguna vez Don José de San Martín. No recordar estos hechos es poner en peligro a la patria y a la memoria popular nacional y federal.
Una vez apresado el Cnl. Dorrego, Juan Lavalle –un general sublevado- se negó a conversar con él e inmediatamente ordenó que se lo fusilara, tal como se lo había instigado en la reunión del 30 de noviembre a la que fueron, entre otros, Julián Segundo de Agüero, Salvador María del Carril, los hermanos Florencio y Juan Cruz Varela, Martín Rodríguez, Ignacio Álvarez Thomas y Valentín Alsina.
Dorrego escribió una carta a Estanislao López y otra a su esposa – Ángela Baudrix –, en que les expresó: "dentro de unas horas seré fusilado y todavía no sé por qué razón."
Legó la mayor parte de sus bienes materiales al Estado y escribió a López que perdonaba a sus perseguidores y le pedía que su muerte no fuera causa de derramamiento de sangre. Casi textual a lo que escribió el Gral. Juan José Valle en junio de 1956 a su fusilador y asesino Pedro E. Aramburu, claro, se trataba de la misma línea histórica fusiladora Mayo-Caseros, el derramamiento de sangre no se detuvo en ninguna de esas oportunidades.
Sumaria y extrajudicialmente, Lavalle lo hizo fusilar en Navarro el 13 de diciembre de 1828.
Salvador María del Carril, uno de los que había empujado a Lavalle al crimen, le escribía unos días después: «…fragüe el acta de un consejo de guerra para disimular el fusilamiento de Dorrego porque si es necesario envolver la impostura con los pasaportes de la verdad, se embrolla; y si es necesario mentir a la posteridad, se miente y se engaña a los vivos y a los muertos»
Por esto conmemoramos hoy le fecha en que el Cnl. Manuel Críspulo Bernabé Dorrego fue asesinado por fusilamiento, para que su muerte no resulte en vano, para que la mentira y el engaño no sigan confundiendo, Dorrego no ha muerto, vive en el recuerdo de un pueblo agradecido.
