Por Oscar J. C. Denovi
El 6 de agosto de 2013, el Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas cumplió 75 años de vigencia en el Revisionismo Histórico, corriente cultural e historiográfica que continúa después de los trabajos precursores de varios investigadores, que fueron los fundadores de la corriente revisionista. Nos referimos a Pedro de Angelis (1784 – 1859), Manuel Bilbao (1827-1895), Vicente Gregorio Quesada (1830-1913), Ernesto Quesada (1858 -1934), Adolfo Saldías (1849 -1914), Estanislao S. Zeballos (1854 –1923), Carlos Ibarguren (1877-1956), Evaristo Ramírez Juarez (1878-1945), Emilio Ravignani (1886– 1954) (1)y otros escritores que se ocuparon de Juan Manuel de Rosas y el gobierno de la Confederación Argentina antes de fines del siglo XIX y principios del siglo XX, apartándose de la versión oficial antirrosista y antihispánica. (2)
Estos 75 años considerados son los que abarcando desde la creación en el Restaurante Zum Edelweiss de la calle Libertad 431 de la ciudad de Buenos Aires, en 1938, en que se funda el Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas, por entonces, sociedad de hecho, hasta la transformación de aquél en Instituto Nacional en enero de 1997 (Decreto Nro 23, y luego ley 25.529 del 2001) y su actual desempeño.
Los últimos años, desde la nacionalización del Instituto, no han sido de fácil transcurrir. Hubo un intento de desnacionalización por la iniquidad puesta de manifiesto por el Presidente Fernando De la Rúa y el Secretario de Cultura y Medios de su administración, Darío Lopérfido, que finalmente terminó como boomerang, por iniciativa del Congreso de la Nación en la sanción de la ley que ratificaba el decreto de creación del Instituto como ente nacional en el ámbito de la Secretaría de Cultura de la Nación. (3)
Las largas ausencias del Estado en materia presupuestaria, han dificultado la tarea investigativa, la de difusión y el crecimiento territorial.
Más a pesar de esto, la labor de los historiadores del pasado mediato y inmediato del Revisionismo, y la menos brillante de los historiadores revisionistas contemporáneos, han logrado hacer entrar la verdad histórica con la reivindicación de Juan Manuel de Rosas, sus colaboradores, su pueblo y su época, en las páginas más brillantes de la historia de la patria.
Lejos aún de cristalizar definitivamente la lucha empeñada por quienes en 1938 promovieron la creación de este organismo padre del revisionismo, es dable considerar que se ha triunfado sobre la mentira y el ocultamiento que por mucho tiempo reinó en la historia argentina. Es un buen premio a estas bodas de diamante que cumple el Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas.
(1)Estos son, los que llamamos precursores del revisionismo, ya que solo los últimos se integraron a la corriente revisionista institucionalmente, dentro del Instituto nacido en 1938.
(2) Después de Caseros, se impuso una corriente cultural enemiga de toda la herencia española que por muchos predominó en la cultura argentina. De ahí el desprecio por “lo” criollo y el rechazo del gaucho, que se anidó en muchos sectores de la sociedad.
(3) Gestor de dicho pronunciamiento unánime del Congreso Nacional, fue el Dr. Alberto González Arzac, Presidente interino del Instituto, por fallecimiento del Presidente Brig. Carlos Rubén French.