Héctor José Iñigo Carrera. |
Héctor
José Iñigo Carrera nació en una familia de vieja estirpe socialista en Buenos
Aires, el 21 de octubre de 1937 y falleció en la misma ciudad el 5 de enero de 2014.
Era hijo de José Iñigo Carrera y de Irma Zenobia Fernández. Su hermano Roberto
Iñigo Carrera fue profesor de Historia en establecimientos de nivel secundario
y terciario. El abuelo, Segundo Iñigo Carrera,
militó en el socialismo y fundó el gremio de los empleados de comercio.
Su tío Héctor Iñigo Carrera, también fue historiador y llegó a ser concejal por
el Partido Socialista.
Profesor y
licenciado en Historia egresado de de la Universidad de Morón, previamente
realizó estudios de abogacía en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos
Aires, carrera que no concluyó. Docente de Historia Argentina y Americana en
altas casas de estudio como las Universidades de Buenos Aires, Morón y John F.
Kennedy. Contrajo matrimonio con Martha Susana Barla y fueron padres de
Gabriela Cecilia y Valeria Iñigo Carrera. ([1])
Iñigo
Carrera militó en el justicialismo, donde participó en el operativo retorno de
Juan Domingo Perón. Accedió a funciones públicas como director del Archivo
Histórico de la Provincia de Buenos Aires “Dr. Ricardo Levene”, del Instituto
Histórico de la Ciudad de Buenos Aires y de la Biblioteca del Concejo
Deliberante porteño. Entre las personalidades de la historiografía y la
política con las que tuvo contacto se pueden mencionar a Luis C. Alén Lascano, Gustavo
Béliz, Antonio Cafiero, Fermín Chávez, Alberto González Arzac, Felicitas Luna, Félix
Luna, Alberto S. J. de Paula, María Sáenz Quesada, Jorge Oscar Sulé, Miguel
Unamuno y Francisco Hipólito Uzal.
Participó
en encuentros académicos como el Cuarto Congreso Nacional y Regional de
Historia Argentina celebrado en Mendoza
y San Juan del 7 al 9 de noviembre de 1977, y el Quinto Congreso Nacional y
Regional de Historia Argentina efectuado en
Resistencia y Corrientes del 1 al 5 de septiembre de 1981. En esos
congresos intervinieron destacados historiadores como Armando Alonso Piñeiro, Enrique
M. Barba, Fernando E. Barba, Adolfo Casablanca, Horacio J. Cuccorese, María
Amalia Duarte, Oscar Luis Ensinck, Marta María Huertas, Alcibíades Lappas, Carlos
Páez de la Torre, Alberto S. J. de Paula, Diego F. Pro, Juan Mario Raone,
Aurora Ravina, Isidoro J. Ruiz Moreno y Hernán Asdrúbal Silva, entre otros.
Pronunció
varias conferencias en distintas instituciones, por ejemplo en el Senado de la
Nación donde en 2010 integró un panel de historiadores en homenaje a la gesta
de Ayacucho, junto a Emilia Menotti, Guillermo Sal y Miguel A. Barrios. Asimismo,
fue invitado al Congreso de Historia Regional organizado por el Instituto
Nacional de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas en San Miguel del
Monte en 2004. Precisamente Iñigo Carrera fue Miembro de Número del Cuerpo
Académico de este Instituto dependiente de la Secretaría de Cultura de la
Nación y ocupó el sillón Roberto H. Marfany. También fue Tesorero en la
Honorable Comisión Directiva de esta entidad en el período 2007-2009.
Hombre de
probada rectitud y gran difusor de la cultura, dio clases gratuitas en gremios
como la Unión Obrera Metalúrgica, Sindicato de Empleados de Comercio y Luz y
Fuerza, y también en el Partido Justicialista. Gran bibliófilo, tuvo una
biblioteca de 30.000 volúmenes. Colaborador durante varios años de la Revista Todo es Historia quien dedicó en 1970 un
homenaje a sus autores: “Héctor José Iñigo Carrera: Será el tercero de los
colaboradores de Todo es Historia que verá aparecer su primer libro, escrito sobre
la base de notas publicadas en nuestra revista: Bayer fue el primero, Scenna el
segundo y H. J. Iñigo Carrera pronto sentirá la emoción de la ópera prima al ver convertida en volumen
su nota sobre el caudillo Bustos (N° 21), convenientemente ampliada. Pronto
será licenciado en Historia y entretanto trabaja como bibliotecario: sus
primeros artículos los publicó en Todo es
Historia. Porque su cauce intelectual lo encontró a través de nuestras
páginas. Iñigo Carrera es un colaborador especialmente dilecto. Es, en otro
sentido, una curiosidad: entre tantos orígenes políticos e ideológicos que
pueden rastrearse en la gente que hace Todo
es Historia, él es, por antecedentes familiares, el único de filiación
socialista tradicional. Filiación que, por supuesto, ha olvidado y que para
nada se ha traslucido en sus lindísimas evocaciones del diputado bromosódico (N° 25), de Bialet Massé (Suplemento N° 20) y
de la figura actualizada de Belgrano, publicada en el número anterior”. ([2])
Iñigo
Carrera fue un historiador serio y minucioso que basaba sus investigaciones en
testimonios, como lo afirmó en una refutación a un lector de Todo es Historia en 1970 sobre la figura
de Manuel Belgrano: “Si en algún momento la evaluación de los hechos me lleva a
una calificación positiva o al elogio, es siempre
sobre bases testimoniales que entiendo aceptables por la riqueza y el
prestigio de las fuentes consultadas. Hacer esto no es glorificar con vena
apologética caprichosa como se imagina el señor Méndez, es simplemente reconstruir una situación histórica y
evaluarla explicativamente. No oculto ninguna de las facetas menos
acertadas o elogiables del prócer (a las que por mis ideas tampoco acepto) como
su monarquismo aristocratizante, o su incomprensión hacia las mayorías
populares del federalismo en las que ve más la anarquía y menos la
representatividad”. ([3])
Era un
historiador objetivo en sus análisis historiográficos, como por ejemplo lo
demostró en una respuesta a un lector de Todo
es Historia descendiente de Marco Avellaneda: “Con respecto a las
pontificaciones del señor Méndez Avellaneda acerca de la objetividad
historiográfica me permito señalarle tres cosas: que vuelva a leer serenamente
mi trabajo sobre Heredia; que en la universidad y en la modesta actividad de
investigación y docencia que cumplo he aprendido que el llamado lector común es menos ingenuo de lo que
podría pensarse y sólo hablándole claro, sin panfletismo, es posible
comunicarse con él y así intento hacerlo en mis notas; que gustoso vería que se
desprendiera de su hipersensibilidad liberal
que le hace imaginar una confabulación contra el mártir de Metán, pues en la Argentina que muchos deseamos puede
tener cabida lo mejor de las montoneras y lo mejor de los románticos como Marco Avellaneda, pero es más difícil el lugar
para aquellos confusos teoristas de
los que hablaba Alejandro Heredia en sus cartas”. ([4])
Autor de varias
publicaciones: Juan Bialet Massé: una
batalla por el Desarrollo y la Justicia Social (Buenos Aires, Todo es
Historia, 1969); “Cuando Bustos mandaba en Córdoba” (Todo es Historia n° 21, Buenos Aires, Enero 1969); “El diputado
bromosódico” (Todo es Historia n° 25,
Buenos Aires, Mayo 1969); “A morir en Alto Perú” (Todo es Historia n° 33, Buenos Aires, Enero 1970); “Caudillos en
las Invasiones Inglesas” (Todo es
Historia n° 34, Buenos Aires, Febrero 1970); “Actualidad de Belgrano” (Todo es Historia n° 38, Buenos Aires,
Junio 1970); “Historia y leyenda del indio Heredia” (Todo es Historia n° 42, Buenos Aires, Octubre 1970); “La Tercera
Posición” (Historia Integral Argentina,
Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1972, vol. 9); “El Club del
Progreso. De Caseros a la belle epoque” (Todo
es Historia n° 57, Buenos Aires, Enero 1972); “Historia del Poder
Legislativo” (Todo es Historia n° 61,
Buenos Aires, Mayo 1972); La experiencia
radical 1916-1922 (Buenos Aires,
La Bastilla, 1980, 2 vols.); “Aspectos sociales de la crisis” (Todo es Historia n° 171, Buenos Aires,
Agosto 1981); “El transporte automotor entre la ciudad de Buenos Aires y los
partidos vecinos (1936-1940). Aproximación a su influencia metropolitana” (Boletín del Instituto Histórico de la Ciudad
de Buenos Aires n° 6, Buenos Aires, 1982); “El espíritu solidarista en la
vida militar del desierto (1867-1887)” (Congreso
Nacional de Historia sobre la Conquista del Desierto celebrado en Gral. Roca en
1979, Buenos Aires, Academia Nacional de la Historia, 1985); “La Exposición
sudamericana continental” (IV Congreso
Nacional y Regional de Historia Argentina celebrado en Mendoza y San Juan del 7 al 9 de noviembre de
1977, Buenos Aires, Academia Nacional de la Historia, 1986); “Aspectos del
desenvolvimiento del sistema caminero entre 1930 y 1940” (V Congreso Nacional y Regional de Historia Argentina efectuado en Resistencia y Corrientes del 1 al 5 de
septiembre de 1981, Buenos Aires Academia Nacional de la Historia, 1987); “Caudillos
en las Invasiones Inglesas” (Luna, Félix, 500
años de Historia Argentina, Buenos Aires, Abril, 1988); “Federico Rodolfo Cibils: Aspectos de su pensamiento
en el debate sobre la venta de los ferrocarriles de la provincia de Buenos
Aires en 1889” (VII Congreso Nacional y
Regional de Historia Americana realizado en Neuquén del 9 al 11 de noviembre de
1989, Buenos Aires, Academia Nacional de la Historia, 1992, t. II) y “Vida
obrera y expansión urbana en la Ciudad de Buenos Aires a través de un informe
de Federico Rodolfo Cibils en 1911” (VIII
Congreso Nacional y Regional de Historia Americana realizado en La Rioja Neuquén
del 2 al 4 de octubre de 1992, Buenos Aires, Academia Nacional de la
Historia, 1998).
SANDRO OLAZA PALLERO
([2]) Luna, Félix, “Los que hacen
Todo es Historia”, en Todo es Historia
n° 39, Buenos Aires, Julio 1970, pp. [48]-63. Entre otros colaboradores de la
revista se hallaban Guillermo Abregú Mittelbach, Luis C. Alén Lascano, Osvaldo
Bayer, León Benarós, Adolfo Casablanca, Fermín Chávez, Hugo Chumbita, Guillermo
Furlong, Alberto González Arzac, Horacio J. Guido, María Sáenz Quesada, Horacio
Sanguinetti, Miguel Ángel Scenna, Luis Soler Cañas, Francisco Hipólito Uzal y Juan
M. Vigo.