El 19 de abril de 1825 desembarcaron en la Banda Oriental un grupo de treinta y tres patriotas al mando de Juan Antonio Lavalleja y Manuel Oribe para expulsar a los brasileros y proseguir la lucha iniciada por José Gervasio Artigas.
Lavalleja en los dos años anteriores se encontraba exiliado en Entre Ríos y desde allí organizó todo el movimiento libertador. Toma contacto con el capitán Gregorio Sanabria que estaba desterrado en Buenos Aires y le pide volver secretamente a la Banda Oriental para buscar apoyo en los partidarios artiguistas que se encontraban en los departamentos de San José, Colonia y Mercedes y designar los jefes que apoyarían el desembarco "para sacudir el yugo de los tiranos" que la ocupaban como Provincia Cisplatina que integraba en ese momento el Imperio esclavista del Brasil.
La Cruzada Libertadora fue apoyada económicamente por Juan Manuel de Rosas quién logró también el auxilio pecuniario de otros estancieros y saladeristas argentinos como Miguel Riglos, Félix de Álzaga, Juan Pedro Aguirre y Mariano Fragueiro
Rosas incluso viajó a la Banda Oriental para representar a Lavalleja ante los artiguistas y observar y traer datos acerca del ejército brasileño.
Los Treinta y Tres Orientales parten el 19 de abril de 1825 desde San Isidro en la Provincia de Buenos Aires a órdenes de Manuel Oribe y luego llega otro grupo a órdenes de Lavalleja que van a la Banda Oriental navegando en dos lanchas por las islas del delta del Río Paraná ocultándose de los buques brasileños y en medio de la oscuridad de la noche y luego de cruzar el Río Uruguay arribaron a la Playa de la Agraciada donde enarbolaron la bandera de Artigas azul, blanca y azul cruzada por la franja colorada. El querido y recordado Federico Ibarguren mencionó: "Ya en 1825 había Rosas cooperado e intervenido, como particular, en la campaña libertadora de Lavalleja, culminada en el Congreso de la Florida que declaró la incorporación de la Provincia Oriental a las Provincias Unidas del Río de la Plata...Rosas, en Southampton, se enorgullecía, en la carta a su amigo Reyes, de la ayuda que había prestado a los patriotas orientales (Federico Ibarguren, Avivando brasas".
Dr. Alberto Gelly Cantilo.